viernes, 9 de septiembre de 2011

Tardes "taurinas" en el barrio





La tauromaquia (del idioma griego ταρος, taūros 'toro', y μάχομαι, máchomai 'luchar'), segun Wikipedia, se refiere a todo lo relativo a la práctica de lidiar toros, tanto a pie como a caballo, y se remonta a la Edad de Bronce. Su expresión más moderna y elaborada es la corrida de toros, un espectáculo que nació en España en el siglo XII y que se practica también en muchos paises del mundo y ahora sabremos de que manera tambien se practico en Muzu....
Toros y toreros - Picasso

Las corridas de toros han pasado a ser de algo que sus defensores llamaban el arte del toreo a ser una faena despreciable por todos los defensores de los derechos de los animales. No voy a plantear una discusion sobre ese tema ahora, pero si confirmar que efectivamente hubo en el barrio tardes de “toreo”, aunque muchos se sientan incredulos  y piensen que esto jamas ocurrio en nuestro vecindario. Creo que cuando lean esta historia, muchos van a recordar que si hubo varias faenas y que muchos “oles” se escucharon en las “graderias” en algunas tardes de sol en nuestro barrio....


Corrian talvez los comienzos de los sesentas, porque lo recuerdo por la edad de Roberto, mi hermano mayor, quien fue el organizador de esa unica temporada “taurina” que yo recuerde y debia tener unos 8-10 años.

Mi papa se encontraba de viaje, como ocurria frecuentemente en esa epoca, ya que seguia manteniendo su trabajo en el Tolima, su tierra natal. Venia los fines de semana y siempre llegaba a ajustar cuentas, especialmente con Roberto que era el de las ideas mas “cretivas” en aquel entonces.  Una de esas ideas, precisamente, fue la de organizar unas faenas de “tauromaquia”, ya que el recordaba con entusiasmo esas tardes de toros en los San Pedros, por alla en El Espinal, donde toreros y maletillas, picadores y banderilleros, brindaban un espectadulo que hacia retumbar los tablados repletos de gente con sus oles, frente a los palcos de honor, donde de niños fuimos testigos de estas fiestas, mientras en el fondo se escuchaban  pasodobles famosos como “En er mundo”, “El Gato Montes”, “Gallito” (mis favoritos) y tantos mas. El sin duda revivia esos recuerdos, y sin pensarlo dos veces, decidio que en vez de toros de casta, se podian torear los perros, que eran igualmente de buena raza!!!  Metida en su cabeza la idea, ya nada pudo pararlo. Invito a todos sus amigos del vecindario y eran bastanticos, a presenciar una de las primeras y pocas faenas que se llevaron a cabo. 

La que fue monumental plaza de toros

Los palcos se instalaron alrededor de la tapia de nuestra casa y el patio nuestro, se convirtio en el ruedo. Con sendos costales empapados de agua para que pesaran como el capote, se inicio la primera faena con un publico como de unos doce a quince vecinos, la cantidad que logro acomodarse alrededor de la tapia, incluyendo el muro que separaba nuestra casa de la de los Alvarez Corredor.  Se inicio la faena a espaldas de mi mama, mi pobre madre, que sin autoridad alguna, cuando se percato del evento que se estaba llevando a cabo en sus propios predios y patrocinado por su primogenito, ya era tarde. Poco falto para que la pobre vieja, que en ese entonces no era nada vieja, hubiera estado al borde de un colapso nervioso, ya que su corazon funcionaba perfectamente. Desde dentro de la casa, empezo a escuchar una griteria que de alguna manera hacia sacudir la casa que gritaba al unisono “OLE.....OLE....OLE....” y cuando ella desperto de aquella clase de pesadilla y asomo su cabeza por la ventana de uno de los cuartos de atras, se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo.  Los muros que rodeaban la casa, estaban plagados de muchachitos y esas paredes se mecian tanto como los mocosos, mientras que abajo, en el patio, Robertico, el torero de turno, ensayaba con los perros sus primeros muletazos, sus lances de pecho largos, sus veronicas y sus trincherazos, con su mirada inyectada de locura, que iba “in crescendo”, a medida que mi pobre madre gritaba mas y mas..”Por Dios Roberto, que estas haciendo, por favor para ya de hacer locuras, que cuando tu papa venga se va a enterar de lo que has hecho.....Niños, bajense de ahi, que se van a caer esas paredes...” Suplicaba y suplicaba a gritos, que eran ahogados una y otra vez por los coros enaltecidos de los taurofilos que continuaban con sus gritos y sus OLES interminables.
Los testigos de estas inolvidables tardes de toros, seguramente ahora las recordaran. No fueron muchas, ya se los dije, porque despues de la primera tarde, por supuesto contraviniendo las ordenes maternas, el espectaculo se repitio unas dos o tres veces, pero no duro mucho mas. Los muros de la tapia de la casa quedaron averiados y practicamente hubiera podido ocurrir una gran desgracia si esos palcos de honor se vienen al suelo. La arena hubiera quedado manchada de sangre, pero de los espectadores, tan locos como el “matador” que invento aquellas inolvidables tardes de tauromaquia.

Cuadrilla de enanos toreros - Fernando Botero

Al fin de semana siguiente, podran ustedes imaginar en que terminaron las faenas, cuando al regresar mi papa, fue enterado de la primera y ultima temporada taurina que se habia llevado a cabo en su ausencia y verifico los daños en la tapia de nuestra casa..... Oreja y rabo, le dieron al matador!!!!






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