lunes, 7 de diciembre de 2015

Faroles y velitas...



La noche de los faroles y las velitas, una tradicion de origen religioso, que recordamos hoy y que da comienzo a las fiestas decembrinas. 




Aunque ya ha transcurrido la primera semana de diciembre, prácticamente es a partir de este lunes festivo que damos salida oficial a esas emociones que nos conectan con recuerdos, tradiciones y fiestas de fin de año de nuestra infancia y juventud y que ahora hacen parte del presente que vivimos con nuestras familias reales o adoptadas, dependiendo del lugar del planeta hacia el cual, los antiguos muzulmanes hemos ido desplazándonos.

Cada quien, de acuerdo con sus valores, creencias y circunstancias, ha ido transformando ese bagaje cultural que recibió y lo ha transferido a las nuevas generaciones. Todos, o por lo menos muchos de nosotros, podríamos aseverar que los diciembres de nuestra infancia y juventud fueron los mejores. Esto significa que lo que vivimos fue valioso y que eso que recibimos debemos agradecérselo a la vida, a nuestros abuelos y padres; pero, en mi opinión, no podemos comparar nuestras vivencias con las de las nuevas generaciones, porque nuestros hijos y nietos, hoy viven unas condiciones diferentes a las nuestras y estaríamos incurriendo en un error al hacer comparaciones; el mundo no es estático y ha ido cambiando rápidamente, para bien o para mal, y cada quien ve las cosas según lo que le haya tocado vivir.




De todo esto, lo que nos queda es recordar con alegría y gratitud lo que nos correspondió vivir de niños y jóvenes, valorando y apreciando también lo que tenemos ahora. No podemos quedarnos atados al pasado, añorándolo y perdiéndonos la oportunidad de disfrutar los tiempos que ahora como adultos mayores, como padres o abuelos, podemos disfrutar al lado de nuestros seres queridos, respetando unos y otros nuestras creencias, que en resumidas es lo que nos trae esta época del año.
Que podamos iniciar el próximo con nuevas perspectivas y unas metas ojalá cada vez mas claras y que podamos hacer de cada día un grato recuerdo, no sólo para nosotros, sino para todos los que hacen parte de nuestro entorno.


Niños bilingües e internautas


Muchos de nosotros estaremos quizás lejos de nuestra familia, otros estarán atravesando circunstancias personales difíciles, pero por encima de todas estas situaciones, confiemos en que si hemos podido llegar tan lejos con la poca experiencia que teníamos, seguramente con lo que hemos logrado hasta el momento, podremos llegar a buen puerto y enfrentar los retos del año próximo con seguridad, optimismo y alegría.  

Contagiémonos del buen espíritu navideño, no para darle gusto y complacer a los negociantes que hacen de nuestras miserias sus fiestas; que los espejismos del consumismo no nos absorban y que podamos disfrutar un descanso de fin de año, de la mejor forma posible. Propongámonos ser felices con lo que tenemos y sintamos la alegría de compartirlo con alguien más. Esto nos dará verdaderas satisfacciones y contribuiremos a hacer de este mundo un lugar, seguramente más placentero, aunque sólo sea a base de pequeñas acciones individuales. Definitivamente, esta época del año es una de las más propicias para ejercitarnos en el arte del dar y el recibir. A algunos nos resulta mas fácil dar y a otros recibir, pero estas dos practicas, sin duda, son aprendizajes importantes en la vida.

A todos mis amigos muzulmanes, anticipo un especial saludo de navidad y una feliz y tranquila temporada de fin de año y los invito a que nos cuenten y envíen fotos desde donde se encuentren, para conocer como se celebran estas fiestas en cada lugar.





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