domingo, 16 de junio de 2013

El padre de la gimnasia

Fragmento de Carros de Fuego - Vangelis
  

 "Tener hijos no lo convierte a uno en padre, del mismo modo en que tener un piano no lo vuelve pianista."  (Michael Levine)

 Alfredo Rodriguez Vargas
               Un homenaje a quien fue un padre en el mas amplio sentido de la palabra.


Ser padre, lo hemos escuchado muchas veces, no es solo procrear seres humanos. El trabajo de ser padre tiene que ver con el amor, la dedicacion, la paciencia, el valor, la constancia, el ejemplo y toda una serie de condiciones o virtudes, como queramos llamarlas; tiene que ver con el tiempo o esa porcion de vida que decidimos invertir en el cuidado, la formacion y la proteccion de aquellos a quienes convertimos en hijos.

 
Continuando con esta idea, podriamos decir que no solo son hijos esas criaturas a las que trajimos al mundo, sino tambien, de alguna manera, aquellos en quienes hemos dejado nuestra huella de vida, por todo lo que aportamos a su formacion. Para ser padre hay que aprender a cuidar, respetar y amar la vida misma.

Este domingo en muchos lugares del planeta se celebra el Dia del Padre y tanto los que aun lo tienen vivo, como los que lo hemos perdido, estaremos recordando a nuestro progenitor y/o a esas figuras paternas que contribuyeron a que seamos los seres humanos que somos.
Hoy rindo tributo de gratitud a mi padre ya fallecido y a muchos de los padres de mis amigos muzulmanes que tambien se han ido; en particular, viene a mi memoria la imagen de un vecino, todo un señor, a quien de niña con frecuencia veia salir hacia las tiendas en busca del pan, los huevos, la leche del desayuno, cuando no cargado de colchonetas, barras, vigas y esos implementos que harian pensar a algunos que se hallaba en continuo trasteo, pero que solo el y su familia, sabian que todos esos eran elementos que el con sus propios recursos mandaba hacer para poder realizar las practicas de gimnasia con sus alumnos, trabajo que el habia convertido en su pasion. Su rostro era tan familiar, que aun desde lejos hubiera podido reconocerlo siempre. Era un hombre de contextura atletica, aunque de estatura baja. Caminaba con su cabeza erguida y con un andar de pasos cortos y agiles. Era casi como si volara. Si uno se lo encontraba de frente, siempre lo miraba a los ojos y saludaba con una sonrisa amable que infundia respeto y confianza. Su mirada era la de un ser humano calido y transparente. Mucha gente lo reconocia y medio barrio sabia con certeza quien era Alfredo Rodriguez, a quienes algunos conocieron como "Maciste", nombre que habia adoptado cuando practicaba el boxeo, o sencillamente como el profesor Rodriguez.
 
                          
                                                      Alfredo "Maciste" Rodriguez
 Estaba casado con doña Josefina y fue el padre de Ricardo, Oscar, Mauricio, Patricia, John y Lili. Son los hijos a quienes dio y dedico la vida, pero ademas de ellos, lo fueron, todos esos niños y niñas que fueron sus alumnos de educacion fisica y a quienes el introdujo en la practica de la gimnasia olimpica, una disciplina a la que el barrio no hubiera tenido accceso y mucho menos la figuracion que llego a tener a nivel nacional e internacional, de no haber sido por el. El fue el padre de la gimnasia en el barrio.
 
                      
 
En una ocasion, cuando hablabamos de los maestros del barrio, brevemente lo mencionamos, cuando aun estaba vivo y me preguntaba yo, ¿Como habria sido la adolescencia de todas esas niñas a quienes el dedico tanto de su vida para encausarlas y guiarlas en ese bella disciplina, cuando no existia en nuestro barrio el menor estimulo al deporte? Si algunas tuvieron la posibilidad de mirar hacia adelante y aprender a soñar, fueron todas esas niñas que crecieron de su mano y lograron ver las posibilidades que ese deporte les ofrecia. Sin duda las horas de dedicacion de ellas, con el apoyo de sus padres y ese esfuerzo de Alfredo Rodriguez, para orientarlas, cuidarlas, protegerlas, dieron grandes frutos que hoy podemos recordar, como una manera de rendir un tributo de cariño y admiracion a ese querido padre y maestro que tuvo el barrio.


Como una manera de mantenerlo en la memoria del barrio, en este dia del padre y a unas semanas de cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento, hemos estado tratando de reconstruir la historia de la gimnasia en el barrio, a traves de una entrevista hecha a una de sus mas fieles alumnas, una mujer que no necesita presentacion, porque es de todos nosotros conocida por haber sido una de esas glorias deportivas que se formaron en manos de nuestro querido profesor Rodriguez; esto fue lo que Nelly Perdomo nos permitio recordar. Nelly, como lo sabemos, ha continuado con el legado que el dejo.

 
¿A que edad iniciaste la practica de la gimnasia?

A una edad temprana entre los 7 y 8 años. Cursaba mis años de primaria en la Escuela Castro Martínez y Alfredo Rodriguez, el profesor de educación física, infundía en cada uno de los estudiantes el amor por los deportes y a un buen grupo de compañeras y a mi, los conocimientos de la gimnasia olímpica, compartiendo con nosotras ejercicios que, aunque sencillos, hicieron llegar a nuestras mentes la idea de prepararnos y algún día llegar a ser grandes campeonas.


¿Como fueron tus comienzos en la disciplina de la gimnasia?

De la mano del profesor Alfredo Rodríguez se dio inicio a una etapa que marco totalmente mi existencia. Así es como reconozco a mi querido profesor, como un icono de la gimnasia, no solo en el barrio, sino a nivel distrital, nacional e internacional. Con él y con su entereza, se dio inicio a una escuela de gimnasia que si no hubiese sido por su amor y por la responsabilidad que le impuso a esta disciplina no se hubiese llegado a los niveles que se llego.


¿Como se realizaban las practicas de gimnasia en los tiempos en que te iniciaste como gimnasta y donde practicaban?

Muchas de las prácticas las realizábamos en uno de los hermosos parques del barrio Muzu, el que quedaba al frente de su casa de habitación, pero tambien pudimos entrenar en la escuela Castro Martínez, la General Santander y la Escuela Gonzalo Jiménez de Quezada, lugares que el se encargaba de conseguir para que pudieramos realizar nuestras practicas de manera segura.
 

¿De que manera la vida en el barrio influyo en tu formacion deportiva?

En el barrio éramos una sola familia. Se compartía en eventos, ensayos, en juegos y esto influyo en que la mayoría de las niñas de mi edad quisiéramos practicar la gimnasia olímpica. Fue alli en el barrio donde pudimos desarrollar la labor que ejerció el profesor Alfredo Rodríguez, pues no contábamos, ni con dinero, ni con elementos para la práctica de ese hermoso deporte; el de su propio pecunio y utilizando su casa de habitación como bodega de los implementos que el mismo mandaba a elaborar pudimos practicar con relativa técnica. Nunca se dio una participación económica de las autoridades distritales, mucho menos nacionales, solamente contabamos con el amor y la dedicación de nuestro querido profesor.
 

¿Cuales fueron las mayores dificultades que tuviste que enfrentar y de que manera las resolviste?

En el discurrir de mi carrera deportiva se presentaron innumerables dificultades; en un comienzo la inseguridad para llegar al lugar de las prácticas y casi al final la fractura de uno de mis pies. La primera se supero contando con mucha compañía y la segunda con valor y paciencia.

¿Cuales fueron tus principales logros?

Siguiendo paso a paso el discurrir de mi sendero deportivo, puedo decir que una vez ingrese a la liga de gimnasia del distrito, siempre de la mano del profesor Alfredo Rodríguez, participe en innumerables competencias de las cuales puedo dar fe, con orgullo, de haber quedado campeona nacional, ocupar el tercer puesto en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en los juegos Panamericanos y Bolivarianos, además de innumerables intercambios a nivel nacional de los cuales el distrito capital puede estar seguramente orgulloso.
 

¿A quien o a quienes puedes reconocer como seres humanos que influyeron en tu formacion deportiva y humana?

Como personas que influyeron en mi vida deportiva, puedo ante todo nombrar a mis padres Alfonso Perdomo Puyo y Mary Lozano de Perdomo, pues sin ellos y su apoyo no hubiese podido iniciar ni siquiera mi carrera deportiva; posteriormente y teniendo los mismos valores con que nombre a mis padres, al Profesor Alfredo Rodríguez y su señora esposa Doña Josefina Morales de Rodríguez, quienes en todo momento y en especial en los viajes, suplían perfectamente la falta de nuestros padres. A otro nivel los profesores Jaime Táminez, Orlando Barreto y el profesor Japonés Junzuque Iway, como orientador permanente en la selección Colombia.

 
¿A quienes recuerdas como compañeras de equipo y cuales consideras que eran los valores mas destacados en ellas?
 
Aunque siempre existió rivalidad en las competencias, por encima siempre prevaleció la amistad sincera y la conservamos hasta el día de hoy. Son ellas Patricia y Liliana Rodríguez, hijas del profesor, Rosa, Judith y Zully Ruiz Molano, Liliam Tello, Rubí Grass, Elizabeth Zapata, Mirella Sandoval, Concha y Martha Castro y mi hermana Graciela Perdomo, entre otras. Todas forman parte de las familias fundadoras del barrio Muzu, gente honesta, responsable, seria y trabajadora; a una persona que recuerdo mucho es a Alfredo Ramírez, quien fue delegado en los Juegos Nacionales en Ibagué y a su distinguida familia, ahora residentes en los Estados Unidos.
 

¿De que manera la gimnasia impacto tu vida?

Los años de mi vida que ocupe en la práctica de este querido deporte me depararon la mejor época de mi existencia; aprendí, conocí gente linda, viaje, represente a mi país dando todo lo mejor de mí, teniendo en cuenta que no contábamos con el apoyo económico que tiene actualmente la gimnasia artística en Colombia.
 

¿Cuales fueron los momentos mas dolorosos o tristes y los de mayor alegria durante tu carrera deportiva?

Me caracterice siempre por ser una persona arriesgada, y en mi intento por desarrollar nuevos ejercicios y de mayor dificultad, me ocasione una fractura en el pie izquierdo y tuve un postoperatorio de aproximadamente seis meses que me hizo perder mi nivel. Sin lugar a duda fue uno de los episodios más dolorosos de mi carrera.
Personalmente doy gracias a mí querido profesor Alfredo Rodríguez, quien se encuentra disfrutando de la presencia del Señor, gozando de la tranquilidad que da el deber cumplido a cabalidad con todas sus expectativas, tanto como esposo, padre, docente y amigo.

 
 
La lista de niñas y niños que recibieron la influencia positiva de Alfredo Rodriguez, que para muchos fue una figura paterna, es larga. El legado que dejo no solo en los hijos del matrimonio, en sus nietos y en toda esa generacion de muchachos que recibieron su sus enseñanzas y su ejemplo, perdura y anima a construir, aun cuando las circunstancias que el medio ofrece nos resulten a veces adversas.
 
 




No olvido las palabras de John algun dia, cuando le preguntaba acerca de algunas de las cualidades que como padre y maestro le observaba a el tambien, y esto fue lo que el me dijo:
 
"Creo que ese amor y paciencia la heredé de mi papá, que fue un gran maestro, cada día entiendo más lo grande que fue su labor y sobretodo que lo hizo con las uñas; en la gimnasia, por ejemplo, educó a tantas niñas de nuestro barrio, sin ganarse un centavo, siempre sacando de su bolsillo, con una familia tan numerosa y con salario de maestro estatal.

Con este pequeño homenaje, hoy recordamos al padre de la gimnasia en el barrio y felicitamos a todos aquellos que como Alfredo, siguen entregando lo mejor de si mismos al cuidado de los hijos que la vida ha puesto en sus manos. Feliz dia del padre a mis amigos muzulmanes!!!


Vangelis - La petite fille de la mer