lunes, 1 de octubre de 2012

Sobre locos y cuerdos



"La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca". (Heinrich Heine)




De carton Piedra-Serrat
 
 
De musicos, poetas y locos, todos tenemos un poco, decia el refran popular y al recordar la historia del barrio, ciertamente hay momentos en los que uno no sabe en que categoria ubicarse, o ubicar a algunos de los amigos y familiares. Locos o cuerdos, lo cierto es que en esa epoca de la adolescencia, especialmente cuando creiamos que lo sabiamos todo, eramos capaces de cometer cualquier locura. Algunos persistimos en ella y nos hicimos viejos manteniendola en una dosis que nos ha permitido pasar por este mundo, tratando en vano de hacernos inmunes al dolor, a la tristeza, al sufrimiento, la enfermedad, al desamor y a todas esas espinas que se nos van clavando en el arduo transitar por el camino de la vida.

 
Van Gogh
 
Ha habido a lo largo de la historia de la humanidad, personajes celebres y genios, a pesar de haber sido etiquetados por padecer desordenes afectivos o mentales, tales como autismo, depresion, bipolaridad, esquizofrenia, etc. Entre tantos, podemos recordar tan solo algunos, de los mas conocidos: Goya, Caravaggio, Van Gogh, M.Vrubel, Dali, El Bosco, Velasquez, Tolstoi, Hemingway, Dostoievski, Miguel Angel, Da Vinci, Albert Einstein, Isaac Newton, Mozart, Beethoven, Inmanuel Kant, Hans Christian Andersen y muchisimos mas.
 
 
M. Vrubel
 
Cuentan que en la antiguedad, Demócrito se quitó la vista para poder pensar con mayor lucidez y crear la teoría sobre la estructura del átomo. Fue, por supuesto, tachado de loco. Se sabe ademas, que en el cerebro de Albert Einstein había anomalías estructurales en el lóbulo izquierdo, que podrían estar relacionadas con la genialidad del creador de la teoría de la relatividad. Podemos recordar tambien, que el tema de la locura, ha sido un topico que ha interesado no solo a los familiares de quienes se sienten afectados por las conductas de sus seres queridos y a los profesionales de la salud que han tenido que lidiar con ellos.

Goya
 
El tema ha sido tambien abordado por escritores y filosofos. Por ejemplo el "Elogio a la locura", escrito por Erasmo, donde asigno a la locura el papel de diosa e hizo una critica a las instituciones, valiendose de su sentido del humor y elaboro un discurso que puso a pensar a la gente ilustrada de su epoca. El mismo Cervantes que al escribir "Don Quijote de la Mancha", llevo la locura a lo mas alto de la literatura castellana. Paradojicamente, al final de la obra, cuando Don Quijote recobra la cordura, vuelve a ser Don Alonso Quijano, reconoce todas las locuras que cometio y muere cuerdo despues de dejar hecho su testamento. Es que hay que ser un poco loco para transitar por la vida, y se necesita estar un poco cuerdo para poder morir en paz. Comparto la idea de quienes aseguran que en realidad el Quijote nunca murio y que en este hecho radica mucha de la genialidad de Cervantes, quien al devolverle la cordura a Don Alonso, automaticamente permitio que la figura de Don Quijote quedara viva para siempre.
 
H. Hoffmann

Como quiera que sea, la locura ha sido estigmatizada a lo largo de la historia y por lo mismo, el ser humano ha buscado la manera de evitar el "contagio". Se dice que el oro, que a tantas personas les gusta, ha sido visto como un elemento protector. Los antiguos faraones, por ejemplo, usaban hace seis mil años brazaletes y anillos de oro para protegerse de la locura. En nuestro tiempo, o en nuestra niñez, que yo recuerde, se nos exigio mantener un trato considerado por esas personas que eran de alguna manera vulnerables, aunque siempre en el fondo tuvimos miedo de traspasar ciertos limites.
 
El Bosco

Algunos de esos personajes del barrio que exhibian conductas diferentes, se nos quedaron en la memoria; de ellos siempre supimos que habitaban otras dimensiones, y que gracias quizas a esa especial sensibilidad que tenian, o por condiciones con las que la vida de alguna manera los protegia, podian permanecer buena parte del tiempo en sus distantes mundos, para regresar al nuestro a permitirnos conocer parte de lo que era vivir en esos complejos espacios a los que no teniamos facil acceso los que nos creiamos menos locos.

Guardo siempre un respeto  profundo por todos ellos y al mismo tiempo los recuerdo con una especie de ternura y gratitud, porque hicieron de mis recuerdos de infancia un lugar variado, donde hubo miedos y tristezas pero tambien alegrias y tranquilidad; donde ellos pusieron muchas dosis de sonrisas y hacian de la rutina del barrio algo diferente. Verlos por ahi deambulando, paseandose a sus anchas por sus mundos extraños, era motivo de comentarios y risas, pero al final, aprendimos a respetarlos tambien, a comprender que el hecho de que se comportaran de una manera diferente a la nuestra, no los convertia en seres mejores o peores y nos ayudo a sentirnos agradecidos por la pequeña dosis de cordura que nos habia alcanzado a tocar.


La Loca Margarita
 
Si Bogota en los tiempos de nuestros padres tuvo a personajes legendarios como Pomponio, de quien decian se sentia ofendido y respondia de manera agresiva y vulgar, cuando le preguntaban, "¿Pomponio, quiere queso?"; el Bobo del tranvia,  la Loca Margarita, el Artista Colombiano y otros pintorescos personajes de la vida local, nosotros tambien tuvimos algunos inolvidables.
 
Recuerdo especialmente al Profesor Cabrito, que mas que loco, parecia haber padecido alguna enfermedad neurologica, un Parkinson, quizas, o alguna dolencia que le habia alterado su motricidad. Debio ser profesor en sus mejores tiempos, porque por alguna razon, el apodo era ese de Profesor Cabrito. No supe nunca nada acerca de su pasado, de su familia, ni del lugar del barrio donde vivia, pero recuerdo verlo por ahi por las calles del barrio. Un dia cualquiera no volvi a verlo y no recuerdo que alguien haya comentado algo sobre su final.

Otro fue Carlitos, un hombrecito muy simpatico, que tenia sus ojos achinados, una sonrisa infantil que lo delataba como un ser absolutamente pacifico y sus cachetes colorados. Vivia como por la cuadra de los Giraldo. Lo veiamos a veces muy alegre haciendo mandados, con la apariencia de niño feliz. Tampoco supe en que momento de la historia del barrio, Carlitos se nos fue.

Uno de los mas simpaticos fue Pegaso, un autentico personaje que viajaba constantemente dentro de un mundo y unas rutas que solo el conocia; era un incansable conductor, y le hacia honor al apodo  que lo describia. El manejaba constantemente. Era facil ubicarlo y se diferenciaba de cualquier otro ser mortal, por esa caracteristica tan suya....el iba siempre conduciendo su camion imaginario, haciendo los cambios respectivos, cruces, frenadas y paradas completamente a su antojo, sin temor alguno de cometer infracciones de trafico. Cuando alguien le gritaba o trataba de llamar su atencion, el ignoraba cualquier situacion, ya que vivia absorto y concentrado en la conduccion de su fantastico vehiculo.


 
 

Hubo algunos mas que en sus aventuras juveniles probando adentrarse en otras dimensiones bajo percepciones diferentes, en sus ensayos se quedaron viajando para siempre.  A todos ellos los recordamos con consideracion y respeto. Gracias a ellos aprendimos sobre los riesgos y peligros de esas aventuras sicodelicas. Nos acompañaron y nos deleitaron con sus conductas a veces estrafalarias. Estan entre ellos el famoso Metralla y Anatolio, o Anatos, como le llamaban algunos.
Existio en mi casa tambien, un personaje pariente de mi mama, cuyo nombre para algunos vecinos cercanos resultara familiar. Su nombre era Alcira y terminamos llamandola cariñosamente Alcirita. De ella se decia que era una persona absolutamente inutil, quien al morir sus padres habiendola dejado convertida en una niña caprichosa y malcriada, habia rodado de casa en casa de todos sus familiares; quedo sumergida en una depresion y cuando acabo la herencia que sus padres le dejaron, termino viviendo sus ultimos años con nosotros.
 
 
Alcirita
 
De ella aprendi muchas cosas (contradiciendo lo que se decia sobre su inutilidad) y sobretodo, recibi mucho afecto y comprension. En momentos en que era capaz de empatizar con el dolor ajeno, era un ser humano muy solidario, pero de la misma manera, no tenia inconveniente alguno en hacernos dar una paliza injustamente, con tal de salvar a uno de mis hermanos a quien queria y protegia mucho. Ella le echaba el muerto al primero que le pasara por la mente, sin pensar en las consecuencias de lo que decia y hacia. Era una niña grande. Le encantaba irse a escondidas a las tiendas a gastarse cuanto centavo pasaba por sus manos, en roscones, panelitas, cacaitos o el antojo que se le presentara. Vivio un romance imaginario con el padre Piñeros, a quien declaro su novio y tuvo etapas de misticismo en los que no dejaba de asistir a ninguna de las misas. Sostuvo una serie de amores imaginarios y termino por fin, teniendo un romance fugaz pero real con el "Tuerto Jaime", un albañil que hacia trabajitos en el vecindario y que paso su temporadita remodelando la cocina de nuestra casa. Nosotros entonces no comprendiamos la dimension de ese amor, y confieso que mirabamos con malos ojos ese acercamiento furtivo, pero ahora que veo la vida de una manera diferente, me alegro de que al menos ese romance le hubiera proporcionado unas referencias mas reales de lo que era el amor.
 
 
 
 
La historia continuaria y seria interminable, porque, como lo decia al comienzo, el limite entre la cordura y la locura es tan tenue, que resultaria complicado señalar quienes pertenecemos a cual bando. ¿Como podrian catalogarse, por ejemplo, esos niños que con paraguas en mano se lanzaban por las ventanas de la casa, imitando al personaje de la serie de Batman que veian en television?  ¿O los que se peleaban por el turno para enmaletarse y echarse a rodar por las escaleras?  ¿O las muchachitas que envueltas en largos y enormes toldillos de velo, entaconadas y con sus labios rojo carmesi, que lograban con los labiales de la madre, delirantes se pavoneaban por los alrededores de la casa sintiendose unas autenticas novias? ¿O los muchachitos que eran capaces de desarmar las  sillas de estilo Luis XV, tapizadas con terciopelo, heredadas de una tia rica,  para convertirlas en sillas de mano de esas en las que se transportaban los emperadores y aristocratas un par de siglos atras?  ¿O a que niño cuerdo se le ocurriria eso de torear perros? Y finalmente, ¿que padres cuerdos permitirian que eso ocurriera en su casa?
 
Nos conformamos con recordar algunos de estos seres que hicieron parte de la historia del barrio, de nuestros recuerdos y de esos episodios de fantasia y de locura que nos hicieron sonreir en mas de una ocasion.
 

El Loco - Luisito Rey