domingo, 2 de septiembre de 2012

Profesiones y oficios muzulmanes




El vendedor - Mocedades
 

Las profesiones y oficios de la gente van cambiando de una generacion a otra. Creo que no hay discusion al respecto. Las de nuestros abuelos o bisabuelos seguramente eran muy distintas de las nuestras y aun no tenemos idea a que se dedicaran en un futuro los nietos y bisnietos nuestros, teniendo en cuenta que la tecnologia avanza a una velocidad insospechable, que exige tantos cambios en nuestras formas de vida y en la manera de relacionarnos. Hay sin embargo algunas profesiones tales como la mas vieja del mundo, que al parecer han existido durante gran parte de la historia del hombre hasta nuestros dias. Esa profesion y otras de mejor reputacion siguen existiendo, aunque unas cuantas no son tan apetecidas como en otros tiempos. Ser cura o monja, por ejemplo, son de esas profesiones que como la del medico o el abogado, eran de las que mas deseaban los padres para sus hijos. Hoy en dia, los curas estan tan desacreditados, que los padres, por muy creyentes que sean, se echan cruces a veces, cuando alguno de los hijos expresa el llamado de su vocacion. La abogacia se haya bastante desprestigiada y no faltan quienes con el respeto por los abogados honestos, equiparen el ejercicio del derecho con el de los delincuentes comunes. Hay otros casos, los de algunos oficios, que en los primeros años del barrio existieron y que desaparecieron por completo, pero que como parte de su historia y de nuestros recuerdos, vale la pena recordar.


Casas de Muzu con sus chimeneas-cortesia familia Estrada
 
No puedo olvidar la cara de mi mama, cuando de niños, alguno de mis hermanos regresaba de sus andanzas callejeras con la cara sucia y sudorosa. "Pareces un deshollinador", decia ella y yo creia entenderle, aunque no estaba muy segura. Recordemos esos primeros tiempos del barrio, en que la cocina de cada casa tenia una estufa de carbon de piedra, con una larga chimenea que sobresalia por encima del tejado, por donde al prenderse la estufa, salia el humo y tambien el hollin, esa clase de polvo que, como nieve negra, caia desde el cielo sobre las sabanas limpias recien extendidas en los patios de las casas. Ah!....recuerdo entonces que existian los deshollinadores y puedo comprender la comparacion de mi mama, al ver los carisucios de mis hermanos parecidos a los deshollinadores, que pasaban sus dias encaramados en los techos de las casas, metiendo y sacando las bolas de estopa amarradas a un palo, para limpiar los buitrones de las casas del vecindario. Ser deshollinador era uno de esos oficios que los padres no deseaban para sus hijos y la pregunta constante para los estudiantes vagos era "quieres terminar convertido en un deshollinador?" El deshollinador fue un oficio que desempeñaron muchos muchachos humildes, quienes con su trabajo contribuyeron a aumentar el ingreso familiar, hasta cuando aparecieron las instalaciones de gas; las nuevas estufas sustituyeron las de carbon, y con ellas desaparecio la comodidad de los enormes tanques que con el calor de la estufa calentaban el agua; a cambio, se libraron del hollin en los patios de las casas y las molestias de las madres que se frustraban cuando sus tendederos repletos de ropa recien lavada, quedaba ennegrecida con el hollin que venia del cielo.




http://www.banrepcultural.org/cronicas-barriales/pdf/tiburones.pdf


No siempre se queria que el hijo fuera lo que habia sido el padre. Hubo un tiempo en nuestra historia en que no se cuestionaba el asunto de las profesiones y oficios. Si el padre era carpintero, el hijo aprendia el arte u oficio de su padre. Si el padre era mecanico, los hijos sirviendole al padre de ayudantes, se convertian igualmente en mecanicos. Habia una serie variada de oficios y profesiones para los hijos, especialmente los varones. Para las hijas, estaba claro que lo principal era ser amas de casa. Asi habia ocurrido con las bisabuelas, las abuelas y nuestras madres. Una que otra se habia logrado salir del esquema y por voluntad, necesidad, o vocacion, se hacian enfermeras, monjas, maestras. A nosotros nos correspondio una epoca diferente, en la que tanto hombres como mujeres, vimos ampliar el panorama laboral y las posibilidades de acceder a una educacion superior a la de nuestros padres.
Pero que otras ocupaciones dejaron de existir? Cuales fueron las que mas se deseaban? Que profesiones nuevas surgieron?
Quisiera recordarlas todas. Es un ejercicio para la memoria,  pienso yo. Pero en realidad, las ocupaciones de los padres fueron variando en la medida que la ciudad, fue convirtiendose en una gran urbe y donde las necesidades de la convivencia forzaron al cambio. Todo tiempo pasado fue mejor, decian las abuelas. Habria que preguntarse que tan cierto es esto? A mi parecer, a cada epoca, a cada generacion, le ha tocado enfrentarse a retos nuevos y edificamos sobre lo que recibimos de nuestros antecesores.
Hablemos ahora del Condestable y recordemos que en el barrio existio uno. De acuerdo con la informacion que obtuve en la red, el cargo tiene su origen en la Edad Media y se sigue usando para designar a un funcionario que tiene atribuciones relacionadas con el mantenimiento de la justicia o el orden. Nuestro barrio, en sus comienzos tuvo este personaje que cumplia exactamente esta funcion. Al Condestable lo mencionamos en alguno de los escritos que hemos hecho sobre la historia del barrio. Era una especie de conciliador que intervenia en caso de que hubiera conflictos entre vecinos y facilitaba la buena convivencia entre los mismos. Mi memoria no alcanza a recordar este personaje, que algunos amigos muzulmanes de mayor edad, si recuerdan perfectamente.  Seguramente gozaba de cierta autoridad, de alguna jerarquia dentro de la comunidad y cuyo cargo y oficio, en algun momento de la historia nuestra, dejo de existir. Hablarle hoy en dia a los muchachos del barrio de un Condestable debe sonarles como a personaje del Quijote o de una epoca remota en todo caso.

 

Por la misma epoca de los deshollinadores, existieron los carboneros que se desplazaban por el barrio en zorras cargadas de bultos de carbon, distribuyendolos de casa en casa. Hubo en el barrio una carboneria que quedaba frente al viejo salon comunal. Cuando el carbon mineral dejo de ser el combustible preferido por las amas de casa, surgieron entonces los distribuidores de gas. Colgas instalaba y distribuia el gas en tanques grandes y para quienes no tenian estas instalaciones, habia otros proveedores que en camiones y camionetas, lo distribuian en cilindros mas pequeños. De la misma manera, habia vendedores de tierra negra que cargaban a sus espaldas los bultos que servian para arreglar los jardines de las casas. "Compre tierra neeeeegra para maaaatas, la tierra..." gritaba una de esas vendedoras que rondaba por la cuadra de mi casa y que lo hacia en un tono de voz que parecia una letania. Pasaban igualmente las vendedoras de tamales, de garullas y almojabanas y en ocasiones, generalmente sabados y domingo, las de envueltos de mazorca.





El barrio tuvo el privilegio de tener tambien otros personajes que desempeñaban algunas profesiones y oficios a domicilio.  Ellos eran entre otros, las comadronas, que ayudaron en el nacimiento de muchos de los niños de entonces; las enfermeras o personas que aplicaban inyecciones cuando se les necesitaba; el medico que si se le llamaba iba hasta la casa. Fueron inolvidables el Dr. Pierrotti y el Dr. Sopo, que atendia en la Drogueria El Perpetuo Socorro en los segundos bloques. Tuvimos tambien dos peluqueros, con el mismo apellido: Sanabria, el que atendia en su peluqueria de los segundos bloques y el que con un maletincito con sus implementos de peluqueria, iba de casa en casa motilando muchachitos y ganandose el sustento con su oficio. Tuvimos zapateros que tambien iban de puerta en puerta cambiando tapas y tacones, pegando suelas despegadas y echando costuras con su lezna y cañamo, para hacer milagros y alargar la vida de esos chagualos que tenian que durarnos practicamente por el año entero, o quedar aptos para el hermano menor. Habia, como en el caso de los peluqueros, zapateros trabajadores que tenian su taller instalado en la casa, y otros como el que atendia en la parte trasera de uno de los bloques de casas de la cuadra de los Gutierrez y los Estrada. De ellos se contaba que eran capaces de conversar amenamente con sus clientes, mientras sostenian dentro de la boca un puñado de tachuelas, sin tener accidentes que lamentar. No se si zapateros como los de esa epoca, aun existan.

Murillo sastre modelista
 
Tuvimos tambien modistas muy buenas, que como si fueran grandes diseñadoras, nos hicieron sentir como verdaderas princesas cuando habia que estrenar, en la epoca de Navidad o en Semana Santa. Esa costumbre de estrenar ropa en esas temporadas, creo que fue desapareciendo con esta sociedad de consumo, que cada vez fue haciendose mas exigente, y el encanto de "estrenar" se convirtio en una obligacion casi constante. En esa epoca, estrenar zapatos o vestido era todo un ceremonial por el que habia que esperar y esperar pacientemente. Cuantas quinceañeras no obtuvieron sus elaborados trajes de fiesta de manos de nuestras costureras?  Tuvimos tambien la suerte de contar con sastres y diseñadores como el señor Murillo, que tenia su letrero anunciando: Murillo, sastre modelista. El Sr. Murillo habilidosamente lograba darle la vuelta al paño de los vestidos viejos de los papas, para convertirlos en nuevos trajes para las generaciones siguientes. Alli en su taller, mas de un muchacho, entre ratos de charla con el  maestro, se hicieron a breves conocimientos del manejo de la tiza y la tijera y se lanzaron al mundo de la moda por alla por los 70's, aprendiendo el arte de voltear los cuellos desgastados de las camisas, transformandolas en novedosos y modernos estilos que hacian juego con sus "bota campanas"; mas adelante, lograron ingresar en forma seria al mundo del diseño, gracias a los pinitos que hicieron en el barrio.


 

Existieron tambien los voceadores, a los que recuerdo perfectamente.  Quien podria olvidar esos personajes que pasaban de cuadra en cuadra ofreciendo a voz en cuello los diferentes periodicos que entonces existian?  El Tiempo, El Espectador, El Siglo, o la Republica.  O los loteros que ofrecian desde un fragmento, hasta el billete completo de las loterias famosas. Estos generalmente tenian sus clientes, que eran asiduos jugadores y que no  abandonaban la costumbre de echarle a la suerte sus billeticos semanales. Hubo tambien emboladores, que no se si en el barrio tuvieron alguna historia, pero si recuerdo los que habia en el Centro y Chapinero.

Pasaban tambien por el barrio los afiladores de cuchillos, los vendedores ambulantes y ropavejeros que cambiaban recipientes plasticos, baldes,  platones, cepillos, escobas, vajillas, por ropa usada o zapatos en mas o menos buen estado, o que vendian su mercaderia a plazos. Yo recuerdo que con uno de ellos obtuve la primera y unica vajilla que tuve durante mi mas corto que breve matrimonio. Con personajes de esta misma talla, en una ocasion tambien me hice a una "ganga". El hombre en cuestion iba de casa en casa, haciendo demostraciones a incautas amas de casa como yo, ofreciendoles un producto novedoso y promoviendo el "compre uno y lleve dos", de una especie de laca para el piso de madera cuyo brillo resplandeciente cautivaba inmediatamente. Segun el, habia que aplicarlo en la tarde, para que el secado fuera eficaz y al dia siguiente ya se pudiera apreciar la calidad del producto que me ahorraria el gasto frecuente de cera, mas todo el trabajo que requeria el mantenimiento del piso de madera. Tarde despues dos semanas a punta de varsol y viruta, tratando de sacarle la melcocha de ACPM que parece fue lo que me vendieron.
Hubo tambien otras profesiones que desempeñaron nuestros padres o vecinos y que dejaron de existir. Tuvimos en el barrio algunos telegrafistas, cuando no existia la internet, ni el mismo telefono. Era la epoca en que la mayor rapidez en la comunicacion de una noticia, se realizaba enviando un marconi o telegrama. Los telegrafistas descifraban esos golpecitos que en codigo Morse se enviaban y que traducidos despues en puntos y rayas, portaban un mensaje. Declaraciones de amor, saludos de felicitacion por cumpleaños, bodas, bautizos, anuncios de visitas, pesames, saludos de navidad y año nuevo, enviados por amigos y parientes distantes, eran recibidos a traves de estos papelitos que venian a nuestras casa de manos del cartero, otro oficio que si no ha desaparecido, esta en via de extincion. El trabajo luego era tratar de dar al telegrama la correcta interpretacion, ya que el valor del telegrama se definia por el numero de palabras y puntuacion, dando muchas veces pie a malos entendidos o a simpaticas situaciones. (Ver video abajo)
Recuerdo ahora, el telegrama que en una ocasion recibio mi hermana de un admirador secreto, por alla en los tiempos del Congreso Eucaristico, cuyo contenido decia: "Oye que guardas tu en esos ojos tan extraños?" y que la tuvo embelesada por largo tiempo y esperando una nueva señal de vida, sin saber a donde contestarle a semejante galan. O el viejo telegrama del mal estudiante que desde el internado enviaba esta informacion a su mama: "examenes perdidos prepara a papa" y el de la madre, mas breve, que le respondia: "papa preparado preparate tu"




Otro trabajo que ya no existe es el de los policias de trafico, a quienes en ese tiempo se les llamaban "chupas". El apodo tenia su connotacion negativa, por ser ellos los llamados a hacer cumplir las leyes del trafico. A quien le iba a gustar que el policia le diera una multa por una infraccion?  Los recuerdo con sus uniformes azules oscuros y sus cinturones y demas accesorios de cuero negro, kepis y botas altas, encaramados en esa especie de torres metalicas que colocaban en las intersecciones de vias con mayor trafico y que fueron luego reemplazadas por los semaforos. Era una epoca en que el trafico de la gran ciudad todavia podia controlarse desde esa altura y con un pito o silbato. Algunos de estos uniformados que no pertenecian a las fuerzas armadas, fueron vecinos del barrio y de los que por su trabajo fueron asignados como propietarios de algunas de las casas.
Hemos recorrido algo  mas de medio siglo desde entonces y hasta las profesiones tradicionales o la filosofia con que se ejercian, han ido cambiando, dando incluso origen a una serie de neologismos que a veces resultan simpaticos. Ahora, encontramos que el policia judicial se ha convertido en policia perjudicial. A algunos abogados se les llama abogangster, el presidente es un presimiente, obviamente rodeado de burrocratas y prostituyentes; el medico es el matasanos, en los colegios existen los pobresores;  las azafagatas y las encueratrices son generalmente mujeres jovenes; hay psicolocos, tontadores, arquitiestos e ingeniebrios y entre los muchachos hay aborrescentes que terminan de amigovios, dejan el estudio y se quedan hechos unos analfabestias.


 
Eugenio, el telegrafista